Sin titulo

Porque lloran hoy vuestros ojos damisela de la noche,
Cuando mas hermosa es vuestra lágrima, mas brillante son vuestros ojos.
Son estrellas incandescentes que me guían a través de la oscuridad, mas siempre me pregunto bella dama, porque vuestros ojos lloran.

Es tan triste vuestra sonrisa, que apenas si pareces sonreír. Es como una mueca que quisiera vivir.
Y cuando os miro, mi bella dama, se me quiebra el corazón quisiera poder arrancar de vos, esta pena que tanto os atormenta.

Decidme damisela de la noche, cual es vuestro secreto que entre tanto dolor sois tan bella.
Vuestro cabello es como fuego que revolotea libre al viento, y parece seda cuando lo tengo entre mis dedos.

Si vos me dejarais no pararía de acariciaros, ni susurraros al oído cuanto es mi amor por vos.

Dejad que este pobre trovador devuelva la alegría a vuestro corazón dejad que mi amor , abra una senda de vida en vuestra alma.

O mi bella dama, escuchad mi canción, no desesperéis, pues os amo mas que a mi propia vida, y por vos, yo la daría.

Si para veros feliz yo he de morir, sea bienvenido el manto de silencio que cubriría mi cuerpo.

Mi bella dama, pedidme y os será concedido.


De vacías ilusiones también se vive mi querida amiga, y soñar que él vendrá a vos
Es gratuito aunque os cueste la cordura de vustro corazón.

27-1—98